El serbio venció a Carlos Alcaraz 7–6 (3) y 7–6 (2) en 2h 52m para conseguir la ansiada presea de oro que tanto se hizo esperar, obteniéndola en su quinto intento.

Estamos ante un hecho histórico del tenis: el serbio consiguió la última figurita del álbum. Tras 5 intentos fallidos, finalmente lo logró. En su espalda cuenta con 98 títulos, 24 Grand Slams, 40 Masters 1000, entre otros, pero le faltaba el metal más preciado, el oro olímpico. Hoy culminó una etapa en lo que quizás sea su última experiencia olímpica, aunque ha manifestado querer estar en los Juegos de Los Ángeles 2028. Pero eso será tema de otra conversación. Un día histórico para Nole, que completó el álbum.

Yendo a lo que fue el partido, fue supertrabajado y estudiado, duelo de titanes que se conocen bien. El español no se lo puso nada fácil. Sin dudas, el triunfo fue más que meritorio, ante un Alcaraz de 21 años con mucho hambre de gloria y que quería derrotar a un gigante, pero el mismo no pudo ser vencido, menos aún teniendo en cuenta el contexto de que ya era su quinta oportunidad.

Un duelo de ajedrez prácticamente, ambos se tenían que mantener concentrados si no querían regalar puntos. Por su parte, Alcaraz quería jugar un duelo más físico, esperando que Nole se canse. Ambos se aferraban a su servicio y a sus derechas, tratando de no generar errores no forzados. Finalmente, el serbio tuvo una marcha de sexta y se llevó el primer set en el tiebreak por 7–3.

En el segundo set, uno pegaba y el otro respondía. Se volvió un partido súper táctico, con la astucia de Carlos que esperaba que el tanque del balcánico entrara en reserva, el cual parecía no acabarse nunca. Djokovic logró sacar una mínima ventaja nuevamente en el tiebreak, que le fue suficiente para llevarse el partido y colgarse la tan ansiada medalla de oro. El festejo desaforado para el de 37 años, que lo gritó como si fuera su primer título, refleja la importancia de los JJOO para los jugadores. Finalmente, Nole hace historia y saca el cromo dorado para completar el álbum del tenis. Un sueño hecho realidad.

Por su parte, Alcaraz mostró hambre de gloria y una gran ambición de ir por más, a pesar de sus cortos 21 años. Las condiciones son notorias y, sin dudas, es otro que en los próximos juegos buscará la dorada con el olfato de victoria.